Internacional
Un informe preliminar revela que solo se bloqueó el acceso a centrales, sin eliminar las infraestructuras subterráneas clave
Según un informe reservado de la Agencia de Inteligencia de Defensa de EE.UU., los bombardeos sobre las instalaciones nucleares de Fordow, Natanz e Isfahán retrasaron el programa atómico iraní solo por algunos meses. Las estructuras subterráneas permanecen intactas y se mantuvieron centrifugadoras y reservas de uranio enriquecido.
Las fuerzas aéreas emplearon bombas pesadas antibúnker, pero no lograron colapsar completamente los túneles. Trump reafirma que destruyeron las instalaciones, y la Casa Blanca calificó el informe como “completamente erróneo”, aunque admitió una filtración clasificada.
Tras el ataque, Irán se mantiene alerta y algunos analistas advierten que este tipo de impacto limitado podría incentivar a Teherán a acelerar su programa nuclear. La ONU se mantiene expectante, mientras la tregua con Israel resiste, aunque frágil.
El debate se traslada ahora a los despachos de Washington: mientras Trump habla de victoria militar, los servicios de inteligencia destacan la necesidad de una estrategia diplomática a largo plazo. La atención mundial está en si EE.UU. buscará nuevos golpes o optará por sanciones e inspecciones.
Fuente: Todo Noticias