Uruguay
Yamandú Orsi tomó posesión como nuevo presidente de Uruguay este sábado, comprometiéndose a liderar un gobierno basado en el principio de humanidad y la búsqueda del bienestar colectivo.
"Yo, Yamandú Orsi, me comprometo por mi honor a desempeñar lealmente el cargo que se me ha confiado y a guardar y defender la Constitución de la República", declaró al jurar el cargo ante el Parlamento.
En su primer discurso como mandatario, Orsi enfatizó su intención de encabezar una administración sensible a las necesidades de la población. "El sentido humano será el eje de nuestras soluciones a los problemas del país y también la forma de ejercer el servicio público: escuchando, comprendiendo y dialogando, incluso con quienes piensan distinto", afirmó.
Orsi asume la Presidencia tras suceder a Luis Lacalle Pou y gobernará el país hasta 2030. Su victoria en noviembre, respaldada por la promesa de un "cambio seguro que no será radical", le otorgó un mandato con expectativas altas, con un 44% de opinión favorable según Opción Consultores.
El nuevo mandatario hereda una de las democracias más estables y prósperas de América Latina, que este 1 de marzo celebra 40 años de continuidad democrática. Su llegada a la Torre Ejecutiva también representa el retorno del Frente Amplio al poder tras cinco años en la oposición.
"La democracia goza de buena salud cuando sus instituciones son sólidas, la justicia es igual para todos y se respeta la independencia de los poderes", afirmó Orsi.
Orsi, un profesor de historia de 57 años y exintendente de Canelones, enfrenta retos políticos y económicos clave. Gobernará con un Parlamento fragmentado, donde el Frente Amplio solo tiene mayoría en el Senado y debe negociar con otras fuerzas. Según análisis de expertos, también deberá gestionar tensiones dentro de su propio partido y con la central sindical PIT-CNT.
En materia económica, Orsi buscará mejorar el poder adquisitivo de los sectores más vulnerables sin aumentar el déficit fiscal, que en 2024 cerró en 4,1% del PIB. Asimismo, la sequía y la posible desaceleración de China podrían afectar el crecimiento del país, estimado en 3% para este año.
La seguridad será otro punto clave de su gestión. Uruguay enfrenta una creciente criminalidad ligada al narcotráfico, con una tasa de homicidios de 10,5 por cada 100.000 habitantes y una población carcelaria de 16.000 personas con bajos niveles educativos y escasas oportunidades de reinserción.
La ceremonia de asunción contó con la presencia de delegaciones de más de 60 países, incluidos el rey de España y los presidentes de Alemania, Brasil, Chile, Colombia, Paraguay, entre otros. Sin embargo, el presidente argentino Javier Milei no asistió debido a la inauguración de la nueva legislatura en su país.
El viernes, en la previa del acto, Orsi sostuvió reuniones bilaterales y compartió un asado con los mandatarios Luiz Inácio Lula da Silva, Gabriel Boric y Gustavo Petro.
Orsi es el tercer presidente de izquierda en la historia reciente del país, siguiendo los pasos de Tabaré Vázquez y su mentor José Mujica, quien a sus 89 años y con una enfermedad terminal, no quiso perderse la investidura de su delfín político.
Si bien Orsi enfrentará desafíos, recibe un país con fundamentos económicos estables. Luis Lacalle Pou, quien deja el cargo con un 54% de aprobación, destacó que su gobierno "cuidó los recursos públicos", mantuvo un enfoque "humanista" y trabajó para llegar "a todos los rincones del país".
"Lo volvería a vivir, corrigiendo errores", aseguró el exmandatario en su despedida, ante una multitud que coreaba su nombre y pedía su regreso en 2029.
Con este panorama, Orsi inicia su mandato con el desafío de equilibrar expectativas, gobernabilidad y las demandas de una sociedad que espera cambios sin grandes sobresaltos.
Fuente: France 24