Redacción: Diario Capital
Nicaragua, 07 de Noviembre 2021
Nicaragua celebra hoy elecciones generales en las que el presidente Daniel Ortega, con sus rivales presos o exiliados, y con llamados al abstencionismo, se apresta por un quinto mandato, bajo el riesgo de que parte de la comunidad internacional no lo reconozca por considerar que estos comicios son irregulares.
El mandatario se enfrenta, bajo la bandera del Frente Sandinista, a cinco candidatos desconocidos y acusados de colaborar con el gobierno: el reverendo Guillermo Osorno, del Camino Cristiano Nicaragüense; el diputado Walter Espinoza, del Partido Liberal Constitucionalista; el abogado Marcelo Montiel, de la Alianza Liberal Nicaragüense; el notario Gerson Gutiérrez Gasparín, de la Alianza por la República, y el pastor evangélico Mauricio Orúe, del Liberal Independiente.
Este juego “democrático” se acomodó tras el comienzo de una ofensiva de orteguismo contra sus detractores, que ya anuló a tres institutos políticos por violar la ley comicial y ha arrestado a 39 disidentes desde finales de mayo pasado, entre ellos líderes de opinión, empresarios, campesinos, estudiantes y periodistas, así como los aspirantes a la presidencia Cristiana Chamorro, Arturo Cruz, Félix Madariaga, Juan Sebastián Chamorro, Miguel Mora, Medardo Mairena, Noel Vidaurre y Berenice Quezada.
Estas medidas, con las que busca prolongar su gobierno al menos hasta enero de 2027, violan la libertad de expresión, de asociación y de prensa, restringen la participación política de los candidatos de oposición e impide comicios libres, transparentes, inclusivos y observados.
De los 4.4 millones convocados a votar, 65 por ciento lo harían por un opositor y 19 de cada cien se decantaría por Ortega, según un sondeo de Cid-Gallup, aunque la encuestadora progubernamental M&R afirma que 70.7 optaría por el oficialismo.
En medio de esta crisis política, más de 100 mil nicaragüenses se exiliaron, principalmente en Estados Unidos y Costa Rica, y han llamado a sus compatriotas a la abstención del voto. Para Ortega, los más de 150 opositores detenidos desde las protestas de 2018 no son políticos, sino “golpistas” patrocinados por Washington.
Fuente: La Jornada